Presupuesto y educación: prueba de fuego para las juventudes oficialistas


Miércoles 30 de septiembre 2015 17:22 hrs.


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Señor Director:

Nos encontramos frente a un gobierno cuyos niveles de aprobación son históricamente deficientes, con rumbo errático y que pareciera jugar con sus propuestas, presentando una Reforma Educacional que -seamos honestos- no reforma nada medular. Por otra parte en las universidades las juventudes de la NM se rearticulan para poder dotar de legitimada a las reformas del gobierno.

En ese contexto iniciará dentro de poco la discusión presupuestaria, en medio de la cual vemos diluirse la posibilidad de un cambio sustantivo en el sistema de financiamiento educacional, pues por advertencias del gobierno nos alejamos cada vez más de las promesas hechas el 21 de mayo pasado y de los aportes basales para las universidades públicas que permitan generar no sólo gratuidad, sino investigación y extensión para las necesidades sociales y un proyecto serio de país. Si nos alejamos de estos ejes, se impondrá la competencia y el mercado.

Se abre así un escenario complejo donde, contra toda lógica, la carreta está delante de los bueyes y más que el sentido de la reforma, estamos discutiendo el cómo se entregarán recursos, desperdiciando una oportunidad única de no sólo pensar el cómo nos educamos, sino también de contribuir a través de la educación a la construcción de una sociedad integral y cuya voluntad se cristalice en una Estrategia Nacional de Desarrollo que sea pertinente a la realidad de cada región. Y si bien este escenario nubla el debate, hay que tener absoluta claridad que cualquier reforma debe tener como eje principal el fortalecimiento de la educación pública, comenzando así el Estado por sus propias instituciones y la reconstrucción de estas mismas; y es que las universidades estatales son la columna vertebral en el Sistema de Educación Superior, dado que desde una perspectiva estratégica, la vinculación con los diversos organismos del Estado y la sociedad civil, la presencia a lo largo del territorio nacional, el desarrollo de docencia, investigación, creación artística y extensión que son de interés nacional, pero no privado, se encuentra con gran ventaja en los planteles estatales, por cuánto en ellos debe cristalizarse el debate democrático que construya una sociedad.

Esta perspectiva, compartida por varios actores sociales, ha estado ausente en las definiciones del MINEDUC. La actitud vacilante y los constantes “errores” del Ejecutivo son una clara muestra de la imposición -apenas resistida- del sector conservador y a favor del lucro dentro de la Nueva Mayoría. El verdadero rostro e intenciones en materia educativa del gobierno, se pondrán a prueba y se evidenciarán públicamente cuando se observe dónde estarán puestos los énfasis presupuestarios. Hasta ahora, todo indica que el gobierno sólo tiene oídos para los privilegiados del sistema mercantil de educación, y no de quienes han sufrido sus consecuencias: los estudiantes, sus familias y la educación pública.

Ahora es cuando el movimiento estudiantil deberá marcar una posición fuerte con el gobierno: Defender y Garantizar que las reformas vayan en el sentido mandatado por el movimiento social y no por intereses de privados y corruptos de siempre.

Para esto se hace imperioso develar las reales intenciones del gobierno y desconfiar de sus consignas y sus representantes, no sólo presentes en el ejecutivo y el parlamento, sino que también al interior de las universidades.

El vacilante gobierno de la Nueva Mayoría, consciente del rol de los estudiantes, hoy se juega sus cartas negociando el puzzle electoral junto a sus juventudes de partidos para controlar las federaciones más importantes del movimiento social por la educación. En esto, dentro de la Universidad de Chile se hace difícil poder proyectar una posición firme y crítica al gobierno con una eventual candidatura a la Fech de los “Jóvenes Nueva Mayoría” expresada en la potencial presidenciable Javiera Reyes del movimiento Avancemos, tiene lugar en los próximos comicios estudiantiles.

Si las dirigencias han jurado lealtad a este gobierno, las “transformaciones” que promueven parecen derrota, saben a derrota, huelen a derrota, pero se pintan de “victorias”. Para no ir más lejos, recordemos el lamentable proceso de los profesores durante el 2014 y comienzo del 2015 conducidas por Jaime Gajardo (PC) y sus decisiones para poder dar apoyo a la reforma de gobierno en contraposición del 95% de rechazo de las bases en consulta nacional docente.

La Nueva Mayoría luego de su cónclave ha cerrado filas con Bachelet, y en ello el Partido Comunista es quien ha jurado la mayor y férrea lealtad a un proyecto que se viste de consignas, pero que no busca transformar aquello por lo que las y los miles de chilenos venimos luchando desde hace años en las calles.

Para conquistar la educación pública, gratuita y de calidad, hoy es necesario fortalecer el movimiento estudiantil, es necesario fortalecer las fuerzas que sin titubear, se plantean un cambio estructural al sistema de educación y no el conformismo de reformas superficiales de este gobierno en picada.

 

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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