Preocupación genera este llamado al “viernes de ira”, ya que se podría agudizar aún más la violencia en las relaciones palestino-israelí de lo que se ha visto desde inicios de este mes.

Desde el 1 de octubre, en los sectores controlados por Israel, los palestinos atacan con cuchillos a los israelíes, lo que significó el cierre de sectores palestinos, aumentando la segregación. Mientras, en las zonas palestinas, los ciudadanos lanzan piedras a las fuerzas policiales, las que responden con disparos al cuerpo, con la autorización del gobierno de Benjamín Netanyahu.

Todo esto ha dejado un sin número de muertos en Jerusalén y en sus alrededores y mantiene en vilo al mundo árabe, al evidenciar una vez más cómo los compromisos internacionales son vulnerados y cómo la disposición al diálogo parece ser una mera medida diplomática.

Kamal Cumsille, académico del Centro de Estudios Árabes de la Universidad de Chile, expresó que la situación es compleja, cuando las negociaciones internacionales son una táctica ya fracasada.

“El último intento formal de dar una solución definitiva al conflicto en el marco de los Acuerdos de Oslo ya fracasó el 2000 y por eso estalló la segunda Intifada. Cuando en su discurso en las Naciones Unidas el presidente Mahmoud Abbas dijo que daba por muerto los acuerdos de Oslo no le estaba diciendo nada a nadie”, recordó el académico.

Tanto tiempo ha pasado que algunos analistas hablan de una tercera intifada. Y si bien el concepto sigue en discusión, algunos creen que esta escalada parece irrefrenable, por el desgaste de las herramientas para enfrentar la matanza y la conflictividad entre ambos mandatarios.

Para Cumsille la posibilidad de conversar es escasa, ya que “Israel nunca ha estado dispuesto a que exista un Estado Palestino, ni a la convivencia de los dos Estados”.

Por otro lado, el embajador de Israel en Chile, Rafael Edad, sostuvo que “Israel quiere la paz, busca la paz” y que “si descartan la violencia van a encontrar a Israel con los brazos abiertos y con una flexibilidad para llegar a un acuerdo”.

“Lamentablemente los palestinos, una vez más están en esta ola de violencia basados en mentiras, como base de incitación para incendiar el Medio Oriente, es lamentable”, afirmó. El embajador pidió a los palestinos “que de una vez por todas dejen el camino del terrorismo, la violencia, el culto a la muerte, de esta cultura del odio y que comiencen a pensar en bienestar para todos”.

Por su parte, Xavier Abu-eid, integrante del equipo negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) sostuvo que lo que está sucediendo hoy día es una reacción natural a casi medio siglo de negación sistemática de los derechos del pueblo palestino.

“Israel no tiene un magíster, tiene un doctorado en matar civiles y lo que estamos viendo en estos momentos son ejecuciones sistemáticas de palestinos, sobre todo niños. Independiente de cualquier cosa que pueda decir Israel, al que le gusta mucho irse a los detalles, hay que ver el fondo”.

Para Abu-eid Palestina constantemente ha condenado la violencia contra civiles “venga desde donde venga”. En ese sentido añadió que no nos podemos salir del contexto, ya que “si esto es un ‘asunto de seguridad’, hay que decir que la mayoría de la gente que ha muerto es Palestina, y por lo tanto, quienes necesitan seguridad son los palestinos”.

Es más, el negociador sostuvo que este clima se va a seguir repitiendo en el tiempo si la ocupación Israelí no se detiene. Para ello, planteó que “se debe terminar con la cultura de impunidad de Israel”, ya que hace que la población palestina pierda la esperanza en el proceso político.

“Lo que tenemos que hacer es recuperar esa esperanza. ¿Cómo se hace?, poniendo freno a esa impunidad”, afirmó, al tiempo que subrayó que “Israel no puede seguir teniendo relaciones normales con el resto del mundo mientras comete esos crímenes. No se le deben abrir puertas mientras sigue violando el derecho internacional”, apuntando a la responsabilidad que tiene la comunidad desde una mirada global.

Primeras manifestaciones del “Viernes de la ira”

Durante este viernes, palestinos incendiaron la tumba de José, ubicada en Naplusa, en el norte de Cisjordania, y que corresponde a uno de los lugares sagrados para los judíos.

El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, lo calificó como un “acto irresponsable”, intentando bajar las tensiones, a propósito de la jornada convocada por los palestinos en Cisjordania y en la Franja de Gaza, en contra del Ejército israelí.

Advirtiendo sobre la posibilidad de que se genere una nueva intifada, las autoridades de Israel se preparan para enfrentar diversas manifestaciones, prohibiendo, por ejemplo, que los hombres menores de 40 años accedan a la explanada de las Mezquitas, en Jerusalén.