De pronto la vida puede cambiar drásticamente. Dolores en las manos, rigidez en la mañana, falta de ánimo y de energía. Una visita al médico, solicitud de muchos exámenes hasta que al fin llega el diagnóstico lapidario: ¡Ud. tiene Artritis Reumatoide! Estado de shock, no es cierto, debo pedir otra opinión, ¿Qué significa AR? No entendí nada lo que me dijo el doctor. ¿No tiene cura? No puede ser, ese doctor no sabe nada, me dieron el dato del mejor especialista del país, pero tiene hora para 6 meses ¿Qué haré?
En general esta es la primera etapa que vive un paciente con una enfermedad crónica como la AR. Queda aturdido con la noticia, con una incapacidad de discernimiento; el mundo se le viene encima… Luego de esta etapa tan demoledora, pasa a un periodo de rabia incontrolable. ¿Por qué a mí? Viene una falta de credibilidad y de aceptación de nada, de odio contra todo. No hay consejo que valga, se está sumido en un mundo negativo en el que no se puede ver el horizonte. El problema es que esta etapa puede durar mucho tiempo, y en algunas circunstancias se adopta como una forma de vida, actuando a la defensiva, lo que hace que el enfermo se transforme para siempre en un ser aislado, hosco, y portando una gran infelicidad.
Después de este tiempo de oscuridad y negativismo, viene la etapa de la pacificación y de la aceptación. La enfermedad se vive como una realidad que se incorpora poco a poco a la vida diaria y se adapta de la mejor forma para seguir la marcha. Se puede entender que habrá periodos duros y otros de calma, en que se puede experimentar la remisión de la enfermedad. Esto va a tomar distinto tiempo en cada uno, dependerá de la respuesta inmune de cada organismo. De esta forma el paciente se incorpora a la vida lo más plena posible, fijándose objetivos y viviendo sus propios sueños.
Una manera positiva de vivir con AR es “hacerse amigo” de esta invitada inoportuna llamada artritis, que llegó sin ser llamada y que para colmo, se quedó viviendo para siempre en nosotros. Una nueva mirada de las cosas, que toma su tiempo, y que puede ayudarnos mucho es adoptando una actitud de responsabilidad con nosotros mismos, aunque sea sacrificado este compromiso porque va en directo beneficio de nuestro pronóstico. Aquí van algunas ideas:
- Tener constancia en los controles, y tener mucha paciencia en todo este largo proceso de enfermedad.
- Procurar lograr un conocimiento a fondo de la enfermedad por parte de su médico tratante y del estudio personal de la información disponible en los medios
- Conocer todos los derechos y los beneficios legales que se dispone por ser una patología GES
- No dejarse vencer e incorporarse de la mejor forma a la vida normal a pesar de los dolores y la rigidez articular
- Aprender a hablar con naturalidad y conocimiento de la AR. La sociedad trata de estigmatizar por ignorancia y miedo a los pacientes artríticos. No aceptar ser discriminado.
- Procurar integrar grupos de pacientes donde positivamente se luche por sus derechos y se haga una mejor promoción de lo que significa vivir con AR y donde se puedan compartir historias.
- Luchar por metas personales, oficios, carreras, cargos etc. sin sentirse disminuido en sus anhelos fututos por la AR
Para tener una mejor evolución en una enfermedad tan dura como la AR, es importante vivirla dentro de la mayor positividad y esperanza posible, tratando de ver siempre el vaso medio lleno. Esta actitud se trabaja a diario y se proyecta a los demás.
“El desear estar bien es una parte de lograr estar bien.” (Seneca, filósofo romano).
Dr. Luis Francisco Lira Weldt
Ex Presidente Sociedad Chilena de Reumatología
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