Señor Director:
El problema del Transantiago o el Metro no es sólo de la mala copia aspiracional del primer mundo y la poca planificación del sistema de transportes terrestre en la Región Metropolitana. EL problema es más de fondo. La pobre planificación urbana, la centralización de las viviendas, la construcción indiscriminada de edificios que alberga a más y más personas en pequeños espacios, que circulan alrededor de 2,3 horas promedio en el transporte público.
La raíz del problema es la centralización de recursos y de núcleos urbanos en Santiago y lo poco visionario del gobierno en cuanto a desarrollar polos de urbanización acompañados de hospitales, comercio, viviendas, trabajo en regiones. En todas las ciudades del mundo altamente congestionadas, ocurre lo que en Santiago: grandes aglomeraciones de autos, ciclo vías que dan pena, accidentes de tránsito, gente estresada. Es necesario e imprescindible que pensemos en cómo sacar gente de Santiago, pero a través de estímulos: buenos hospitales, exenciones de pago de autopistas, colegios cercanos. En definitiva polos de desarrollo pensados en que la gente no sólo viva, sino que viva bien, contenta y feliz. Hace rato que en este país prima el dinero, la competencia, el negocio, antes que los ciudadanos. Así que sería lindo que por una vez en la vida se contrate a expertos en urbanización y desarrollo, para que de verdad se haga un análisis integral de la situación, en vez de estar intentando resolver algo que no tiene por donde solucionarse: un transporte urbano deficiente y privado (que debiese ser del Estado, todos sabemos) que debe dar respuesta diaria en trasladar a más de la mitad de todo Chile en una ciudad con calles pequeñas, llenas de vehículos particulares. Claro, quien quiere andar en un transporte público lento, hediondo, incómodo y caro. ¡Nadie!
María José Uribe
Cientista Político.
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