“Ha servido más como circo mediático que como una investigación seria (…) Si el juez quiere tomarme declaración, sólo tiene que preguntar, porque no debo y no temo”, afirmó el ex presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula Da Silva, al salir del interrogatorio que lo tuvo más de tres horas declarando en el marco del Caso Petrobras.
Las declaraciones vertidas por el ex Mandatario fueron hechas en la sede del Partido de los Trabajadores, donde además sostuvo que “Si el juez Moro o la Fiscalía querían escucharme, tan sólo necesitaban mandarme un oficio porque yo nunca me negué a prestar declaraciones”.
Diversas voces manifestaron el repudio a la forma en que se llevó a cabo la operación. El actual ministro del Trabajo, Miguel Rossetto, manifestó su indignación con el procedimiento, calificándola de injusta y violenta. “Es un claro ataque contra lo que representa Lula, como político y líder social”, apuntó.
Por su parte, el presidente del Partido de los Trabajadores, Rui Falcao, descartó que se trate de un procedimiento justificado, calificando los hechos como “una operación política”.
Además, durante horas de la mañana se efectuaron duros enfrentamientos entre partidarios y detractores de Lula, dejando un saldo de tres detenidos y dos personas heridas. Los manifestantes se congregaron a las afueras de la casa del ex Mandatario, en la ciudad de Sao Paulo, donde tras el comienzo de los desórdenes tuvieron que ser disueltos por la policía con gases lacrimógenos.
Detención y allanamiento
Durante horas de la mañana la policía brasileña allanó el domicilio del ex presidente y lo llevó a declarar de manera coercitiva en el marco de la investigación de corrupción en Petrobras, informó el portavoz del Instituto Lula.
“La policía federal hace hoy una operación de allanamiento e incautación (de documentos) en la casa de él, del Instituto Lula y de una serie de asesores y personas de su familia”, dijo a la agencia francesa de noticias AFP José Chrispiniano, asesor de prensa del expresidente y del instituto que lleva su nombre. El portavoz confirmó asimismo que Lula es objeto de una orden para llevarlo a declarar a la comisaría.
“Cerca de 200 policías federales y 30 auditores del ente de recaudación cumplen 44 mandatos judiciales, siendo 33 de búsqueda y aprehensión y 11 de conducción coercitiva en los siguientes estados: Rio de Janeiro, Sao Paulo y Bahia”, señaló el comunicado de la policía.
La operación forma parte de la investigación de crímenes de corrupción y lavado de dinero vinculados a la trama que desvió más de 2.000 millones de dólares de Petrobras, y no incluye órdenes de prisión.
Los allanamientos se producen un día después de un vendaval político en Brasil tras la filtración de supuestas declaraciones de un senador oficialista acusando a la presidenta Dilma Rousseff de interferir en la investigación del escándalo en Petrobras y a Lula, que gobernó el país de 2003 hasta 2010, de estar al tanto del esquema de corrupción.
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