Señor Director:

En 1514, los campesinos del sur de Alemania se levantaron contra el Duque Ulrich von Württemberg bajo el nombre de “Der arme Konrad” (el pobre Conrado). En este caso, la utilización de este nombre común como nombre colectivo, desvaneció la separación entre individuo y masa.

Ante la enmienda mordaza, que pretende evitar cualquier tipo de filtración de las investigaciones emprendidas por el Ministerio Público y que pone en peligro el periodismo informativo (ético y responsable), que tanto favor le hace a la ciudadanía, propongo alcemos una lideresa imaginaria, que sea todas y ninguna, y que salvaguarde el derecho a la libre circulación de la información que sea de interés público.

Si la mujer imaginaria, como nombre colectivo, nos hace saber lo que algunos políticos de nuestro país quieren ocultar, quizás podríamos doblarle la mano a estos desagradecidos que nos han dado vuelta la espalda, entorpeciendo con sus artimañas la consolidación de un Estado de Derecho que efectivamente custodie nuestros intereses ciudadanos.

Saludos cordiales,

Paula Pérez