“Según los datos más recientes, 36 personas han perdido la vida. Las evidencias apuntan al Daesh (Estado Islámico, por sus siglas en árabe)”, aseguró el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim a los medios de prensa apostados en el aeropuerto Atatürk de Estambul, luego que dos atacantes suicidas se hicieran en dependencias del recinto.
El aeródromo de la ciudad más importante de Turquía es uno de los más transitados del mundo, y de acuerdo a la versión de algunos de los miles de pasajeros que transitaban por el lugar a la hora del atentado, fueron tres las personas que llegaron a bordo de un taxi al lugar, para luego comenzar a disparar a la multitud y luego detonar los chalecos explosivos que llevaban puestos.
Una vez terminada la acción terrorista, las autoridades turcas decretaron el cierre del aeropuerto y la cancelación de todos los vuelos, mientras los heridos eran trasladados en ambulancias, y por los mismos taxistas que prestan servicio en el lugar, hacia los recintos asistenciales más cercanos.
El gobierno turco convocó de manera inmediata a una reunión de gabinete de crisis.