Señor Director:
Muchos y muchos homenajes se rinden por estos días al comandante Fidel Castro, en realidad es justo y necesario, el los agradecería pero sería mucho más retribuyente, si esos mismos cumplen con lo que se anhela, que es luchar contra los poderosos y si por algún azar del destino él nos visitara acá en Chile, de seguro estaría en primera fila junto a sus barbones apoyando a los trabajadores de Sodimac.
Quizás estaría esperando a esos otros barbones como Enrique Correa u Oscar Guillermo Garretón que en su juventud encandilaron a otros jóvenes, que luego dejaron abandonados y muchos perdieron la vida.
Quizás estaría esperando una declaración contundente de la Comisión Política del Partido Comunista y Socialista, partidos de clase juramentados para defender los intereses de los trabajadores.
Quizás esperaría un apoyo macizo de la CUT y sus organizaciones.
Quizás buscaría a “El Siglo” u otro periódico donde se informara desde el punto de vista de los trabajadores
Pero la realidad demuestra que el neoliberalismo ha permeado muchas voluntades y ahora se observa este conflicto en calidad de neutral, un conflicto entre privados, donde uno sí que tiene el sartén por el mango, que va a decir Michelle Bachelet con su lancero Rodrigo Valdés si otorgaron un reajuste mísero a los empleados públicos y dieron una señal contundente de responsabilidad fiscal sin atreverse siquiera a discutir la ley reservada del cobre.
Mientras la empresa Sodimac se expande por el continente con ganancias de dos dígitos a los trabajadores solamente les ofrece un rasguño del IPC y en su prepotencia hasta amenazan con quitar la Navidad para los hijos de los huelguistas y tan católicos que son.
Fidel es grande porque mantuvo sus principios luchando contra el imperio más poderoso de la historia de la humanidad y también entendió que bajo el socialismo la especie humana en su conjunto puede sobrevivir, es así como la isla se convirtió en asilo de todos aquellos que buscan emancipar a sus pueblos.
Entonces no basta alabar a Fidel sino creer y actuar por el socialismo.
El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.