Señor Director:
Uno de los más grandes centros de “distorsión de la realidad”, a través del cine y la televisión en el mundo es Hollywood. Allí se fabrican héroes falsos y situaciones en donde el héroe y/o la víctima es siempre el mismo, al cual también lo visten de campeón, de justo, de soldado patriota, de policía ajustado a la ley, etc siempre rodeado de una aureola de estrellas, aunque la verdadera historia (esa que siempre nos han ocultado), es exactamente lo contrario.
Dentro de esta entretención, cuyo objetivo está bien claro, están los tristemente célebres “hombres lobo”. Para la gran mayoría de los humanos, son solo imaginación, sin embargo siempre han existido, especialmente se destacan porque se mueven en los oscuros bosques de la política, la religión y la riqueza generalmente obtenida a través del monopolio.
Es fácil identificarlos (aunque para la mayoría pasan inadvertidos), por lo que más los distingue, eso que se muestran como cordero, pero son intrínsecamente lobos hambrientos de poder cuyo único objetivo es comerse al rebaño y para eso simulan pertenecer a él y servirle prometiéndole que si se “convierten” a su credo y/o doctrina sea esta política, y/o religiosa entonces “ están salvados”, pero no sin antes entregar además del voto, el diezmo u otros bienes que aparecerán como “ofrendas en beneficio del señor” pero nunca dicen a qué señor se refieren, generalmente a través de “fundaciones” que de paso los benefician para pagar un mínimo o nada de impuestos amén de sospechosas “capacitaciones” y sus derivados que tienen la “capacidad” de estafar a millones de ciudadanos honestos. Los hombres lobo han existido siempre, y aunque el circo hollywoodense nos haga creer que son imaginación en la realidad no parecen ser tan feos aunque su crueldad de conciencia es la misma, pero suelen disfrazarse elegantemente.
El célebre filósofo alemán Goethe lo dijo: “No hay nadie más esclavizado que aquellos que creen falsamente que son libres” Es como el perro y su collar.
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