De acuerdo a lo mencionado por el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, el instrumento contribuirá a generar políticas públicas que buscarán intervenir en términos psicosociales y sociolaborales, lo cual “tendrá un impacto positivo en la calidad de vida de las personas”.
Además, indicó que no es posible afirmar que la cantidad de indigentes aumentó respecto de las mediciones de 2005 y 2011, dado que se usaron metodologías diferentes. Cabe señalar que este registro fue voluntario.
En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile el director ejecutivo del Hogar de Cristo, Juan Cristóbal Romero, valoró la medición, por el aporte al desarrollo de políticas públicas. No obstante, advirtió que desde la institución calculan que las personas que viven en la calle son más que las registradas. “Por nuestros programas pasan más de 15 mil personas distintas en el año”.
Sobre las razones que llevaron a las personas registradas a vivir en la calle, el documento indica que el 62, 8 por ciento lo hizo por problemas con su familia o pareja, el 15 por ciento por consumo de alcohol y drogas y el 11,5 por ciento por problemas económicos. En ese sentido, el director ejecutivo del Hogar de Cristo criticó la falta de políticas que prevengan esta situación.
“En estos cuatro años casi no hay avances. Lo que hay es una continuidad de las políticas de invierno, que son lo albergues que evitan que las personas mueran de hipotermia. No hay una política que busque evitar los factores que generan personas en situación de calle ni planes que apunten a insertar socialmente a personas que son activas desde el punto de vista laboral”, afirmó.
El registro establece que la mayor población de las personas que viven en la calle se concentra en la Región Metropolitana (43,9%), seguido de Valparaíso (11,9%) y el Biobío (9%). Además, indica que cerca del 85 por ciento son hombres.
En tanto, el promedio de escolaridad de los indigentes es de 8,3 años, lo que equivale a educación básica completa. Respecto de su salud, el 35,3 por ciento presenta una dificultad leve, el 17,4 por ciento moderada y el 21,3 por ciento severa. Solo el 26 por ciento señaló no tener problemas de salud.