Luego de 40 años tocando, contrabajista de la Sinfónica sale a dirigir música de cine

Guillermo Rojas ha estado durante cuatro décadas en las cuerdas de la agrupación, pero este fin de semana toma la batuta para conducir los conciertos dedicados a la música de películas como El Rey León, Jurassic Park, ET y Star Wars, entre otras.

Guillermo Rojas ha estado durante cuatro décadas en las cuerdas de la agrupación, pero este fin de semana toma la batuta para conducir los conciertos dedicados a la música de películas como El Rey León, Jurassic Park, ET y Star Wars, entre otras.

Semana a semana, Guillermo Rojas se ubica al costado derecho del escenario en el Teatro Universidad de Chile, acomoda sus partituras, toma su contrabajo y toca. Toca, toca y toca, como lo ha hecho desde hace 40 años, algo alejado de la tarima donde en todo ese tiempo se han ubicado cientos de directores de orquesta.

Este fin de semana, por primera vez, cambiará su rutina. En lugar de caminar hacia el rincón donde están los contrabajistas, Guillermo Rojas esperará a que todos sus compañeros estén en sus puestos e ingresará solo, para tomar la batuta y dirigir los próximos tres conciertos de la Orquesta Sinfónica Nacional de Chile.

“Claro que es especial, súper especial. El lunes fue el peor día -admite sonriendo el músico, sentado en el hall de la sala ubicada en Plaza Baquedano, luego de finalizar uno de los ensayos. Antes de ese día no dormí, porque uno estudia la partitura, pero otra cosa es estar con la orquesta. De repente se presentan problemas que no tienes cómo estudiar. Si un músico te pregunta algo de una frase, tienes que saber cómo es. Me costó un poco el lunes, porque hay 90 músicos y es difícil que vayan todos contigo, pero ahora ya estamos bien. Además, mis colegas me apoyaron mucho”.

Será la primera vez que Guillermo Rojas -director de la Orquesta Infantil Juvenil de Colina- conduzca a la Sinfónica, pero no la primera en que la agrupación toque sus arreglos. Tal como en años anteriores, hará un programa con música de cine que lleva su sello: “Es un trabajo bien fregado y delicado, porque hay que orquestar de nuevo y adaptarme a la Sinfónica de Chile. Muchos de esos temas tienen teclados y le dan fuerza a la percusión, a veces reemplazan bronces o sonidos muy especiales que están en los sintetizadores y eso lo tengo que trasladar a las maderas, flautas y oboes, según lo que yo voy viendo. Es un arreglo un poquito complicado, pero me gusta hacerlo”, explica.

En tres funciones, la Sinfónica tocará música de películas como El Rey León, Jurassic Park, ET, Toy Story, Fantasía 2000, Frozen, La Pantera Rosa y Star Wars, mientras una selección de escenas se proyectan en el escenario. En el caso de la saga de George Lucas, habrá “una sorpresa” que Rojas prefiere dejar en el misterio. “Las partituras originales no las tiene nadie, solo el autor, entonces yo trabajo el 80 por ciento escuchando, transcribo. Las cosas importantes las imito para que no se deforme el arreglo y las otras cositas las voy rellenando, pero esencialmente hago el trabajo escuchando. Escuchando, escuchando y escuchando. Es harta pega, pero -suena feo decirlo- tengo el don y lo hago desde los 13 ó 14 años”.

¿Es cierto que empezó a hacer estos arreglos en 1974?

Fue un poquito antes, en el Conservatorio, con mis compañeros.

¿Por qué se dio ese interés?

Aparte de la música clásica y los estudios que te van formando en la facultad, siempre me gustó la música de cine. A mí me gusta el folclor, me gusta todo, pero la música de cine me empezó a gustar por eso que tiene de transmitir, en pocos compases, lo que fue visto o hecho en la escena de la película. No es algo abstracto, con lo que uno se puede imaginar cualquier cosa, sino que hay un sentimiento de felicidad, de rabia, de miedo, de suspenso, de peligro. Es muy… cómo te digo… muy sensible. Eso me gustó siempre. Y los temas, porque ha habido algunos genios en la música de cine, que para mí han sido espectaculares.

¿Qué compositor lo impactó tanto como para dedicarse a esto?

Fueron varios. Uno de los compositores que me impresionó cuando era chico y empecé a escuchar fue el Miklós Rózsa, que compuso Ben Hur, Quo Vadis, El Cid, para qué decirte la cantidad de clásicos de esa época. Me llamó la atención por la orquestación tan grande, tan masiva, tan similar a Mahler, a Strauss, cosas grandiosas. Los temas son impresionantes, con el estilo que creó Wagner en sus óperas, donde cada personaje tiene un tema. El cine es lo mismo en ese aspecto: hay un personaje que tiene un tema y si sufre, el tema tiene una instrumentación triste; si está contento, el tema sigue eso. En ese tiempo yo pensaba: ¡el trabajo que hay acá de orquestación!. Más encima es con tiempo, porque es una música que tiene que estar en dos o tres meses compuesta, orquestada, grabada y puesta en la película. Olvídate del trabajo que hay ahí.

El otro que me impresionó mucho es Alex North. Hizo música de cine, pero uniendo mucho la técnica de Schönberg, de Hindemith, contemporánea, acordes disonantes. Yo decía: qué valiente tirarse al cine con esa música, que quedó y a la gente le gustó. El éxito más grande de él es Espartaco. En el fondo, es como una sinfonía de Mahler. Uno junta todo lo que hizo para la película y tiene dos horas y media de música.

Maurice Jarre ya es más joven, de los ‘60, con Lawrence de Arabia, La hija de Ryan, Pasaje a la India. Ahí está el estilo y la técnica francesa: Debussy, un poco de Ravel. Esos fueron los tres más grandes, después vino el John Williams.

¿Cómo los estudiaba en esa época?

Compraba los discos y en el piano sacaba las melodías y los acordes. Poco a poco fui educando el oído. Escuchar y tocar, escuchar y tocar. Eso fue en el ‘67, ‘68, ‘70, por ahí. Luego ya le di firme. Aparte, tuve clases de composición e instrumentación con Cirilo Vila, entonces él me enseñó mucho.

Desde la academia antes se miraba en menos la música popular. ¿Ocurría igual con la música de cine?

¡Era lo mismo! Yo recuerdo que a veces tocábamos con algunos compañeros, yo estaba al piano, entraba un profesor y decía: “oye, ¿y eso tan bonito que están tocando?”. “Es un tema de película”, le respondíamos. “Ah, una película… ¿qué película?”. “Tal película”, le decíamos. “Ah, no la vi…”, ¡y se iba! -dice Guillermo Rojas riendo. Es decir, el tema era bonito, lo atraía y lo escuchaba, pero cuando sabía que era de una película, entonces ya no corría.

¿Por qué se miraba en menos?

A los compositores que habían antes los encasillaban tanto, que se ponían dentro de un cuadrado igual que esta mesa, entonces todo lo que no era de la ley de composición de ellos, no era música o era otra cosa. Aunque en general es una música menos compleja, es un prejuicio, porque hay música de cine que está muy bien hecha y es compleja de tocar y dirigir. Puedes sacar la película y la música tiene vida en sí.

Coordenadas

Los conciertos se realizarán a las 19 horas de este viernes 15; y a las 12 y 16 horas de este sábado 16, en el Teatro U. de Chile. Precios: desde $ 6.000 a $15.000 (general), con 40% dscto. para estudiantes, tercera edad y funcionarios U. Chile; y 30% dscto. socios Coopeuch y pago con tarjeta Club de Lectores El Mercurio American Express (20% dscto. presentándola). Descuentos válidos sólo para compras en boletería. Más información en CEAC.

Foto: CEAC.




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