El werken Hugo Melinao recuperó su libertad hace poco más de 48 horas, luego de pasar más de ocho meses en prisión preventiva acusado por la Fiscalía y la Intendencia de La Araucanía -en representación del Gobierno- de encabezar una “escuela de guerrilla” en su comunidad y de porte ilegal de armas de fuego. El Tribunal Oral en lo Penal de Angol resolvió absolverlo por unanimidad de todos los cargos.
Melinao obtiene de este modo su segunda absolución –la anterior fue el 2010- y comienza poco a poco a recuperar su rol de dirigente y de padre de familia en la comunidad Rodrigo Melinao, la que lleva el nombre de su hermano, quien fuera asesinado a pocos metros de su vivienda el año 2013, caso del que hasta ahora la Fiscalía, no tiene ni siquiera un sospechoso.
En este contexto Hugo Melinao conversa con Radio y Diario Universidad de Chile sobre su experiencia, lo que está ocurriendo en la zona con la huelga de hambre mapuche y la Operación Huracán.
Después de pasar ocho meses en prisión preventiva y ser absuelto por unanimidad, ¿con qué sensación te quedas?
Yo estuve más de ocho meses privado de libertad, acusado por una supuesta formación de guerrillas de parte de la Fiscalía de Collipulli y el grupo operativo especializado de Carabineros que ellos armaron para poder acusarme, imputarme y encarcelarme con esa acusación y, posteriormente, se les cayó esa mentira. Igual me quedaron acusando por una supuesta escopeta, por unas municiones y esa fue la razón por la que llegamos a juicio. Me ofrecieron juicio abreviado donde yo reconociera las especies que ellos mismos me colocaron para poder acusarme y yo les dije que yo no tengo nada que ver y que mi intención era llegar a juicio para que las cosas se vieran favorables para mí.
¿Qué pasa ahí con las pruebas? porque se te acusó de porte ilegal de armas, de formación de guerrillas, se te tiene encarcelado ocho meses y luego eres absuelto de forma unánime. ¿Cómo ves la labor de la Fiscalía?
Yo como dirigente mapuche vengo siendo perseguido desde 2008 por el Estado de Chile a través de sus distintas instituciones. Creo que hay una persecución política en mi contra y eso motiva a las distintas instituciones como Carabineros, la PDI, la Fiscalía. Al final de todo, no hay nada en contra de mi persona. La Fiscalía nunca tuvo un fundamento claro para acusarme, entonces, por eso nosotros no descartamos una demanda civil en contra del Estado de Chile, por todo el tiempo que me tuvieron privado de libertad y me alejaron de mi comunidad, de mi familia, de mi entorno.
¿Qué costos ha tenido para ti, para tu familia, todo este proceso, en donde ha habido un juicio público que se ha dado a través de los medios de comunicación?
Fue un aparataje sistemático que operó en mi contra, que se le dio mucha cobertura comunicacional de parte de la prensa burguesa y, en la actualidad, con todo el contexto, donde me marginaron, todos se escondieron, nadie quiso dar la cara, pero yo estoy tranquilo, aunque los gastos y las consecuencias ya quedaron y, por eso, no descarto una demanda civil porque se hicieron daños y perjuicios que son irreparables y el Estado de Chile nunca ha reparado todos los daños que hacen en contra de los miembros y las comunidades mapuche.
Las persecuciones también vienen de parte de las empresas privadas que pretenden instalar la industria de energía eólica. Entonces nosotros también estamos denunciando todas las malas prácticas que están cometiendo los empresarios trasnacionales y los daños que están dejando; y ellos responden con encarcelamiento, con balas, muchas veces con muerte… son cosas que está acostumbrado hacer el Estado de Chile con los mapuches.
No es primera vez que enfrentas un proceso de estas características. ¿Qué pasó las veces anteriores, cómo se resolvieron esos procesos?
Como dije antes, desde 2008 vengo siendo perseguido, me encarcelaron en 2010 acusándome de un atentado a unos buses de la Forestal Mininco, también fui absuelto. Posteriormente me acusaron el 2014 donde me acusaban de atentados a unos camiones en la carretera sur, ahí también fue una condena mínima pero injusta que fue por una presión política, donde tampoco existían pruebas. Esta vez los jueces lo miraron con más delicadeza, hicieron valer su profesionalismo.
Tu señalas que desde hace casi 10 años que viene esta persecución en tu contra y también de tu comunidad. ¿De qué manera se expresa en lo concreto esta política sistemática que denuncias por parte del Estado chileno?
Primero que nada yo como todas las comunidades, como todo mapuche, siempre voy a reivindicar mis territorios. También quiero comunicar a todas las comunidades mapuche que es un derecho legítimo continuar con nuestro reclamo de las reivindicaciones territoriales y del despojo que hemos sufrido durante años. Quiero también darles un fuerte saludo a los peñi que están en huelga de hambre en distintos penales, sobre todo en la cárcel de Temuco. Vamos a estar siempre presentes y pendientes observando cada movilización, apoyando, difundiendo, denunciado la mala práctica de las instituciones.
En ese sentido, ¿cómo ves todo lo que está pasando con el “Caso Iglesias”, la “Operación Huracán”, la huelga de hambre y las negociaciones con el Gobierno?
Veo yo que la operación huracán es un nombre que se le dio para darle más importancia, no sólo para la justicia, sino para los medios de prensa, para que le den bastante cobertura y puedan expresarse los grandes empresarios del país. Lo que vemos es que no es una acusación con fundamento, los peñis tengo la certeza de que van a quedar todos absueltos, lo mismo que en el caso iglesias. Ellos están convencidos de que va a ser así y si están movilizándose no es porque quieran, es porque no es justo lo que está pasando con el pueblo mapuche.