Pese a que el pasado 30 de abril Carabineros emitió una instrucción al personal de Fuerzas Especiales para restringir el porte de armas en las manifestaciones masivas, la decisión generó un debate de distintos actores.
En ese entonces, la disposición apuntaba que “de conformidad a servicios ‘marchas programadas’, donde se encuentra comprometido el personal de esta prefectura, al respecto se dispone a esos mandos de unidades notificar a la totalidad del personal de su dotación que a contar de esta fecha, y hasta nueva orden, deberán hacerlo sin portar armamento”.
Lo publicado por La Tercera, apuntó que habían diferencias por la orden emitida. Por un lado, hay quienes defendían el uso de armas por presuntos ataques masivos de manifestantes, para poder defenderse de quienes los hieren, aún así, otro lado de los uniformados señaló que en ocasiones quedaban expuestos a que un manifestante les quitara la pistola.
Pero pese a los debates y opiniones en torno al tema de las armas, Carabineros alzó la voz y solo explicó que es un mal entendido la información conocida. Al medio escrito, habló el director general Hermes Soto, donde afirmó que “fue un error de interpretación del prefecto. Eso jamás se ha ordenado. Nuestro personal, todo nuestro personal, usa armamento en los servicios policiales. Incluso, nosotros hemos potenciado las labores preventivas en este tipo de eventos, justamente para tener más medidas de seguridad en los procedimientos; por lo tanto, hay un error que fue solucionado de manera inmediata”.
A su vez, informó que quien instruyó la medida “dio mal una orden, pero ya está solucionado por el general encargado de esa repartición”. De esta manera, la medida no trascendió, y Carabineros sí podrá portar armamento en marchas.
Por su parte, Lucía Dammert, socióloga, dedicada a temas de seguridad, crimen y gobernabilidad en América Latina, conversó con nuestro medio, donde manifestó que “la definición respecto del uso de armas por parte de las institución policial, en caso donde se liga con la población, es una decisión que tiene que estar basada en los niveles de riesgo. Por supuesto, que en el tipo de actividad que la policía desarrolla suena, por lo pronto, bien poco serio que una institución que cuenta con una capacidad comunicacional sustantiva como la de Carabineros genere una confusión a la hora de explicitar si hubo o no una contra marcha en relación a la definición de usar armas en los eventos masivos”.
A sus palabras, concluyó que “lo importante acá es que el Gobierno junto con Carabineros tomen decisiones respecto, no solamente de como se enfrentan los procesos de marcha sino también a como se comunican los temas de seguridad. Todos estos problemas de comunicación van generando dificultades para aumentar los niveles de confianza y legitimidad institucional”.