Colegio de Arquitectos aboga para que Torre Villavicencio sea sitio de conservación histórica

El presidente del gremio, Humberto Eliash, junto al equipo técnico que diseñó y construyó el otrora Edificio UNCTAD III, solicitaron al alcalde de Santiago cambiar el plan regulador y que declare Zona de Conservación Histórica el conjunto urbano Gabriela Mistral.

El presidente del gremio, Humberto Eliash, junto al equipo técnico que diseñó y construyó el otrora Edificio UNCTAD III, solicitaron al alcalde de Santiago cambiar el plan regulador y que declare Zona de Conservación Histórica el conjunto urbano Gabriela Mistral.

La directiva del Colegio de Arquitectos se reunió, recientemente, con el alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, a quien le solicitaron formalmente modificar el Plan Regulador Comunal y que declare Zona de Conservación Histórica el conjunto urbano Gabriela Mistral, conformado, entre otras estructuras, por la denominada Torre Villavicencio.

La idea es impulsada por el presidente del gremio, Humberto Eliash, junto al equipo técnico que diseñó y construyó el otrora Edificio UNCTAD III, liderado por los arquitectos Hugo Gaggero y Miguel Lawner, además de diversas organizaciones de la sociedad civil.

El máximo representante del Colegio de Arquitectos precisó que preocupa a los especialistas la falta de protección patrimonial en que se encuentra hoy el conjunto urbano Gabriela Mistral, así como la ausencia de certezas de que pueda ser preservado debido a los costos que implicaría su recuperación.

“Es extraño que una obra que estuvo funcionando hace pocos años como Ministerio de Defensa, con oficinas de alto estándar y siendo que tiene la misma edad que las Torres de San Borja, que se encuentran en perfecto estado, de un día para otro se decida que era inhabitable que era inviable, y poco menos que estaba cerca su demolición. A nosotros nos parece muy raro, por eso hemos ocupado toda nuestra experiencia para dar fe de que no es así, es un edificio totalmente recuperable, a costo razonable y con un uso compatible para la cultura y la sociedad chilena”, afirmó.

La simbólica Torre Villavicencio fue construida en solo 275 días, para la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en el Tercer Mundo, en abril de 1972.

La estructura, de 23 pisos, había sido ofrecida por el gobierno anterior para ser utilizado por diversas organizaciones sociales, sin embargo, durante la actual administración argumentaron que recuperar la edificación implicaría un gasto de más de 19 mil millones de pesos en un plazo de cuatro años.

El presidente del Colegio de Arquitectos, Humberto Eliash, descartó esta tesis dada por el ministro de Bienes Nacionales, Felipe Ward.

“Una remodelación de ese tipo puede tardar un año a lo mucho y, técnicamente, todos los problemas que tiene, ascensores, climatización, accesibilidad, son solucionables con tecnología normal, no hay nada que se salga de los parámetros, solamente tiene que existir la voluntad de hacer las cosas bien”, argumentó.

A juicio de uno de los profesionales que participó en el maratónico proyecto UNCTAD III, Hugo Gaggero, el edificio reviste un hito urbano de la memoria colectiva metropolitana y nacional, reforzada por los significativos sucesos históricos que han cargado al lugar de simbolismos y reconocimiento, por lo tanto -aseguró- es muy importante que sea protegido como recurso de valor patrimonial cultural.





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