Felipe Gómez de ocho años falleció poco antes de la medianoche del 24 de diciembre tras haber presentado síntomas de una enfermedad infecto contagiosa. Su muerte se produce cerca de 15 días después del fallecimiento de otra niña migrante de siete años que también estaba detenida tras cruzar la frontera de forma ilegal junto a su padre.
Según información del ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, el niño y su padre fueron detenidos el 18 de diciembre tras haber cruzado clandestinamente la frontera hacia Estados Unidos por la ciudad de El Paso, en Texas. El lunes 24, Felipe Gómez fue transferido a un centro hospitalario tras mostrar síntomas de enfermedad. El personal lediagnosticó un resfriado común y más tarde descubrió que tenía fiebre. Fue dado de alta a mitad de la tarde, con recetas de ibuprofeno y amoxicilina. Más tarde, tuvo que volver al centro de salud tras presentar nauseas y vómitos y finalmente murió poco antes de la medianoche.
Frente a la ola de críticas, la secretaria de Seguridad Interior (DHS), Kirstjen Nielsen, ordenó tomar medidas adicionales de protección. Bajo mi mando, todos los niños que estén en custodia en el servicio de vigilancia de fronteras, van a ser sometidos a un examen médico exhaustivo.
Según el DHS, un 60% de las personas que cruzan la frontera sin papeles son niños o familias, un cambio para el cual las instalaciones no están preparadas. El comisionado del servicio de vigilancia de fronteras de Estados Unidos (CBP), Kevin K. McAleenan, dijo que la agencia es incapaz de gestionar la llegada de miles de personas y que sus recintos fueron construidos hace décadas pensados para albergar a hombres que cruzaban solos la frontera.
Nielsen señaló que en los últimos dos meses los agentes han detenido a 140.000 personasen la frontera sur, frente a una cifra de 75.000 en el mismo periodo de 2017.