Las autoridades identificaron al hombre que conducía el coche bomba como José Aldemar Rojas Rodríguez, aunque aún no se revelan pistas sobre el grupo que estaría detrás de la peor acción terrorista en la capital colombiana en los últimos 16 años.
Rojas Rodríguez ingresó “de manera violenta” en una camioneta gris Nissan Patrol cargada con 80 kilos de pentolita a la Escuela de Oficiales General Francisco de Paula Santander, en el sur de Bogotá, alrededor de las 9:30 de la mañana locales, según indicó la policía colombiana a través de un comunicado de prensa
Este “demencial acto terrorista no quedará impune, los colombianos nunca nos hemos sometido al terrorismo, siempre lo hemos derrotado, esta no será la excepción”, manifestó el presidente Iván Duque en una declaración a la prensa junto con el fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
Ni Duque ni Martínez vincularon a Rojas con alguno de los grupos armados que aún operan en Colombia, financiados por el narcotráfico, tras el pacto de paz con la otrora guerrilla FARC en 2016.
Además de la cifra de fallecidos, el ataque dejó a 68 personas heridas. 58 de ellos fueron dados de alta, según la policía. Las autoridades trabajan en la identificación de los cuerpos y temen que la cifra de víctimas fatales aumente.
En el momento del estallido en el centro formativo había delegaciones policiales de Panamá y Ecuador. La cadete ecuatoriana Erika Chicó falleció y su compatriota Carolina Sanango quedó herida levemente. Dos uniformados panameños, de un grupo de 45 connacionales, resultaron lesionados aunque están “estables”, según el mandatario de su país, Juan Carlos Varela.
El gobierno colombiano decretó tres días de duelo.