En la guerra comercial entre las dos superpotencias más grandes del mundo, la compañía china y líder en el equipo de redes de telecomunicaciones, Huawei, está demandando al gobierno estadounidense por su ingreso a la “Entity List”, una enumeración de empresas, países, organizaciones o personas que realizan actividades que pueden significar un riesgo a la seguridad nacional de ese país. Estados Unidos considera a Huawei como una amenaza a la seguridad nacional debido a sus presuntos vínculos con el gobierno chino y el potencial que presentan las nuevas tecnologías para convertirse en vehículo de espionaje.
“Es una herramienta muy poderosa porque implica que las empresas estadounidenses no pueden vender nada, ni un destornillador, sin contar con una autorización previa. Eso significa que el departamento de Comercio tiene la posibilidad de verificar de qué se trata y decidir si emite el permiso“, explicó James Lewis, investigador del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), a BBC Mundo.
Huawei afirma que la prohibición es inconstitucional, pues bloquea el ejercicio comercial de una empresa sin un juicio previo. Al hacer público esto, la empresa china busca ejercer presión al gobierno estadounidense para que justifique las razones por las que la ha puesto ‘injustamente’ en la lista negra. Sin embargo, esta jugada ha llamado a hacer un mayor escrutinio a sus operaciones y su relación con el Partido comunista de Xi Jinping.
Guo Ping, presidente de la empresa de tecnología, señaló que las acusaciones contra Huawei no tienen base y anunció la presentación de una demanda en Texas. ‘Estamos obligados tomar esta medida como último recurso apropiado’, expresó el ejecutivo.
El analista de políticas públicas de la organización Derechos Digitales de Chile, Pablo Viollier, explicó el impacto de esta jugada por el gobierno estadounidense:
“Primero, no se trata de que hoy en día han roto las relaciones diplomáticas, sino que el hecho concreto de que los Estados Unidos haya ingresado a Huawei a esta lista negra es básicamente que cualquier empresa estadounidense que quiera vender o transferir tecnología a Huawei, necesita una licencia especial. Y muchas empresas importantes como Google, u otras que venden chips y otras formas de tecnología, básicamente dijeron que si Estados Unidos, el país donde opero y tengo mi central, establece esta regulación entonces voy a cerrar filas y cumplir con este mandato. Y eso significa, por ejemplo, que los siguientes celulares de Huawei no van a tener Android, van a tener otro sistema operativo ni van a recibir actualizaciones de seguridad que es un aspecto importante en términos de ciberseguridad“.
La controversia ocurre justo antes de la entrada en vigencia del nuevo sistema 5G, encabezado por Huawei, y que es cientos de veces más rápido que la tecnología 4G actual. La nueva red facilitará la transferencia de una enorme cantidad de datos lo que posibilitará avances tecnológicos tales como autos sin conductores, cirugías remotas a través de sensores y nuevos sistemas de recopilación de datos.
Estas infraestructuras importantes podrían conllevar ciertas vulnerabilidades debido a posibles ciberataques paralizantes en caso de congelamiento de relaciones internacionales. En una entrevista con C-Span, el jefe de seguridad tecnológica de Huawei en Estados Unidos, Andy Purdy, explicó el enfoque del gobierno y las razones por las que Huawei es estimado como una amenaza.
“Los asuntos que el gobierno de los Estados Unidos tiene con China han sido una preocupación importante, algunos ya han sido sujeto de negociaciones comerciales, y otros que han sido dejados para consideraciones futuras. Así, Estados Unidos ha planteado que no está seguro en el ciberespacio y toma las cosas con una perspectiva de riesgo, sea en torno a la seguridad nacional o a cualquier otro tipo de riesgo. Y no solo consideran a compañías o países que son hostiles en materia de seguridad nacional, sino también su potencial de riesgo. ¿El país tiene la oportunidad o la capacidad de dañar si se pone en contra de Estados Unidos? Es este tipo de perspectiva la que está afectando la actitud de Estados Unidos pues se concentra más bien en los países que podrían causar daño que en las compañías en sí”.
En ese sentido, Huawei es considerada como una amenaza potencial, pero todavía no existe prueba concreta de sus presuntas malas intenciones. Por eso, ciertos países en Europa son escépticos de las advertencias de la administración Trump, y siguen considerando a la empresa china como proveedora de sus sistemas 5G. Pablo Viollier comentó la justificación oficial y los motivos encubiertos de esta victimización de Huawei:
‘Básicamente por dos razones, la acusación formal es que Huawei evadió varias sanciones que Estados Unidos impuso a Irán, en particular de por la prestación de servicios financieros. Y las razones informales son casos pasados de espionaje industrial, y una especie de carrera tecnológica y estratégica por las bandas y básicamente para adjudicarse el 5G y las bandas submarinas. En el fondo Estados Unidos ve con recelo que esta infraestructura crítica esté en manos de un país que hasta cierto punto tiene intereses encontrados con los Estados Unidos’.
Hoy en día, las compañías de tecnología chinas quieren diseñar los teléfonos móviles en lugar de simplemente armarlos, ya que su confianza en el mercado estadounidense está disminuyendo. Además hay mucho en juego para Estados Unidos si Apple pierde el mercado chino o si China detiene la fabricación de las piezas. Por otro lado, Huawei tendrá que buscar componentes de otros países para poder fabricar sus teléfonos sin partes americanas, lo que tendrá un mayor costo tanto en dinero como en calidad de los productos. Huawei realiza menos del 1% de sus negocios en Estados Unidos, y, ciertamente, no depende de su mercado. Además, el comportamiento de consumo es diferente allá que en el resto del mundo ya que la mayoría de la gente compra teléfonos móviles a los operadores como Verizon, o T-Mobile, en lugar de a las compañías que hacen los móviles. Huawei estaba a punto cerrar un acuerdo con el operador AT&T al inicio del año pasado, pero la compañía se retiró debido a las presiones del gobierno en torno a esta amenaza de seguridad nacional.
‘Las redes de 5G van a crear nuevas oportunidades sorprendentes y muy emocionantes para nuestra gente. Oportunidades que anteriormente no podíamos imaginar. No podemos dejar a otro país superar a los Estados Unidos en esta poderosa industria del futuro. Llevamos la delantera en muchas otras diferentes, por lo que esta oportunidad no puede dejarse pasar. La carrera para 5G es una carrera que Estados Unidos debe ganar, y de la que, francamente, nuestras grandes compañías ya forman parte. Les hemos dado el incentivo que necesitan, es una carrera que ganaremos.’
Es obvio que para la administración Trump, esta carrera no busca avances tecnológicos, sino más bien busca simplemente llegar primero. Por otro lado, en una entrevista con la BBC, el Fundador de Huawei, Ren Zhengfei, explicó como su éxito viene de su interés apasionado en el desarrollo de la industria, atribuyendo el rápido crecimiento de la compañía a su estatus de empresa privada que puede seguir su propio camino y priorizar lo que quiere, sin accionistas conflictivos. Independientemente de eso la compañía reinvierte $20 billones de dólares en investigación y desarrollo cada año, lo que es posible gracias a que mantienen el precio de sus acciones pues ello no depende de sus utilidades.
Gracias a esta reinversión, Huawei ha declarado estar adelantado en más de 18 meses sobre sus competidores en materia de 5G. Para el alto ejecutivo, el riesgo de perder cientos de billones de dólares en ingresos por facilitar al espionaje del gobierno chino a través de las llamadas puerta traseras (backdoor), simplemente no vale la pena.
‘Debemos entender que las compañías americanas comparten el mismo destino que nosotros. Todos somos parte de la economía de mercado. No estamos preparados para ver nuestros productos en la parte inferior de las escalas, porque creemos que puedan caer en desuso. No estamos listos para ello, por eso podría afectarnos. Sin embargo, nuestros productos de alta gama no serán afectados, al menos no la tecnología 5G. Diría que no solo no va a ser afectada, sino también que otras compañías no podrán alcanzarnos durante 2 o 3 años. Si Google rompe sus relaciones con Huawei, eso nos impactaría de manera significa. Pero, Google todavía es una buena compañía. Y estamos trabajando para encontrar una solución.’
Aunque tal vez será difícil para Huawei penetrar en el mercado estadounidense y sufrirá contratiempos como resultado de su exclusión del sistema operativo Android, la compañía tiene recursos y capacidad para superar estos obstáculos y lo más probable es que sobreviva a esta controversia.
En ese ámbito, el profesor israelí y autor de best sellers en la esfera de antropología, Yuval Noah Harari, nos advierte del valor de nuestros datos y la facilidad con que estas compañías como Huawei, Google, y Amazon, asumirán una posición clave en la sociedad de mañana debido a la acumulación que tienen de esta información. Él usa el ejemplo de Amazon Kindle y como, incluso en los próximos diez años, este dispositivo colectará datos biométricos para entender gustos y emociones, hasta lograr saber si nos gustará una canción antes de que la escuchemos, por ejemplo.
‘Esa tecnología no solo puede recomendarte libros. Puede hacer cosas muchas más espectaculares y espantosos. Por ejemplo, podría recomendarte lo que deberías estudiar, o con quién deberías salir, o para quién deberías votar en las elecciones. Para que la autoridad se mueva desde las personas hacia el algoritmo de Amazon, el algoritmo no tiene que ser perfecto, sino solo mejor que el humano medio , lo que no es tan difícil, puesto que las personas cometen errores terribles en las decisiones más importantes de su vida.’
Es posible que estos avances vengan demasiado rápido como para asegurar suficiente reglamentación, pues que hay muchos riesgos, no solo de seguridad sino de salud también. La esencia de la carrera tecnológica es que se han reducido las pruebas médicas necesarias para el despliegue de tales tecnologías nuevas. Además, cuando el público entienda el valor de sus datos, se avecina una nueva desigualdad entre los que son dueños de los datos, y los que los proveen.
Debido a la automatización, habrá una clase de personas que no servirán a la economía y, por lo tanto, perderán su poder político ya que los algoritmos nos entregarán todo lo que necesitamos y deseamos sin tener que consultarnos. Probablemente recibamos un ingreso básico universal para vivir de manera cómoda, financiado por estas mismas compañías, pero el plano político deberá enfocarse en una masa de desempleados sin ningún precedente histórico.
A largo plazo es incluso posible que haya una división entre la especie de homo sapiens, ya que los accionistas de compañías de tecnología buscarán avances en la esfera de biología, de modo que la ingeniería genética pueda proveer de características específicas a los nuevos humanos.
En la escala de progreso de la tecnología, eventualmente, Huawei se asimilará nuevamente en el actual sistema o simplemente tomará su propio camino. Luego, las ideologías políticas, competencia comercial y la psicología consumidora encontrarán una nueva amenaza en la marcha indetenible hacia ‘las dictaduras digitales’, predicho por varios autores de ciencia ficción.