Según el último Censo, Recoleta está dentro de las 10 comunas con más inmigrantes en Chile, y esta realidad en sus habitantes se ve reflejada en sus establecimientos educacionales. Tal es el caso del Liceo Valentín Letelier de Recoleta, en el que cerca del 60 por ciento de sus estudiantes son extranjeros, es decir, hay más inmigrantes que chilenos.
En el desglose de las cifras, en la educación media el 40 por ciento de los alumnos es extranjero, mientras que en la básica lo es el 78 por ciento. La multiculturalidad se hace presente a tal punto que, en algunos cursos de más de 40 alumnos, solo seis estudiantes son chilenos, y si bien las nacionalidades predominantes son las venezolana, peruana y colombiana, también hay niños y niñas brasileños, coreanos y estadounidenses.
Con esta realidad, y en la línea de lo que busca el Departamento de Educación de la comuna, en el establecimiento se han generado acciones de integración, buena convivencia y adaptación, con el objetivo de que tanto para estudiantes inmigrantes como chilenos las diferentes nacionalidades y costumbres no sea motivo de discriminación ni mucho menos de perjuicios en su desarrollo educacional.
Así en el colegio, por ejemplo, se decidió celebrar todas las fiestas patrias, y no solo las chilenas, haciendo uso de música típica y costumbres propias de cada nación, lo que ha permitido que no solo los alumnos chilenos se vinculen con las culturas que han migrado a nuestro país, sino que entre los mismos extranjeros han podido ir conociendo de otras naciones con las que se han encontrado en Chile.
El director del Liceo Valentín Letelier de Recoleta, Jorge Fernández, señaló que dentro del establecimiento se ha dado un gran clima de integración, lo que en parte cree se debe a que los niños, a diferencia de los adultos, no crean prejuicios en sus pares.
“Los que nos hacemos problemas por las diferencias, ya sea de género o nacionalidades, somos los adultos, más que los niños y los adolescentes. Yo veo que ellos tienen una apertura mayor que el adulto respecto al tema de la diferencia, de la inclusión, yo creo que ellos se relacionan bien, comparten, juegan, conversan, resuelven conflictos no así en el caso de los adultos. Yo creo que los adultos por lo menos acá en Chile son más distantes del tema de la inclusión, de la integración, pero eso no pasa con los niños”, comentó.
Con el objetivo de garantizar integración en los establecimientos educacionales públicos de Recoleta, es que desde el Municipio han implementado el Programa de Mediación Sociocultural para la Integración Escolar de los Estudiantes Migrantes (MESIEEM), que tiene como fin facilitar la integración y educación de los estudiantes inmigrantes y sus padres o apoderados, dentro de la comunidad escolar.
Así, cada liceo o colegio cuenta con un mediador hispano parlante de origen haitiano, el que tiene entre sus tareas traducir a los niños cuando sea necesario, acompañarlos en su proceso de integración escolar, acudir a las reuniones de padres para ayudar a los apoderados y estar a disposición de toda la comunidad educativa para trabajar como mediador entre los alumnos extranjeros y los chilenos.
Witzer Granville es el mediador del Liceo Valentín Letelier, lugar en el que no solo ha tenido que facilitar la integración de niños de su misma nacionalidad, la haitiana, sino también de muchos otros que, si bien no tienen la misma barrera idiomática, también necesitan hacerse parte de la comunidad, lo que asegura dentro de este liceo sí se ha logrado.
“Los alumnos están muy contentos por el programa porque, por ejemplo, yo tengo una alumna que me ha dicho que eso no lo vamos a encontrar en ninguna parte, así que ellos están aprovechando la oportunidad del programa para aprender de los demás, de otros países, de otras culturas, de la gastronomía, etc”.
Respecto de su labor, dijo que “estamos acá para apoyarlos, para hacer talleres, para que puedan aprender rápido, para entender las materias y también mantener a los alumnos en un ambiente como si estuvieran en su país, que no se sientan con diferencias que se sientan como si estuvieran en su casa, que conserven sus raíces y sus culturas. Y que su manera de ver a las personas que consideran como diferentes sea no como alguien extraño, sino solo como alguien que tiene diferentes costumbres”.
En el proceso de integración y para evitar actos discriminatorios, la labor de los profesores es de suma importancia, pues no solo deben trabajar en fomentar las buenas relaciones entre los alumnos, sino también en que los procesos académicos sean fáciles de llevar para quienes vienen de otros contextos educacionales.
Al respecto, Cristóbal Henríquez, profesor de música y tutor del Liceo Valentín Letelier indicó que “es super importante el rol del profesor acá y en eso nos hemos hecho responsables de conocer los contextos de los que vienen los estudiantes, saber cómo es la educación de los países de donde provienen y tratar de aterrizarlos a la realidad educacional chilena y de ahí tratar de hacer la mayor cantidad de adaptaciones y que ellos se sientan cómodos estudiando”.
De esta forma en abril pasado la comunidad escolar del Liceo Valentín Letelier celebró la independencia de Venezuela, y sin importar la nacionalidad los estudiantes bailaron, cantaron, gritaron y disfrutaron una festividad enfocada en el país petrolero y organizada por los alumnos venezolanos del establecimiento.
Misma actividad que se repitió con Perú a fines de julio y que se hace ahora con Chile, cuando todos los estudiantes deben aprender bailes típicos nacionales para conmemorar la celebración.
En opinión de la comunidad escolar, este tipo de actos ha fortalecido la convivencia, pues existe un especial interés en los niños de aprender del otro, sin importar de donde proviene.
Mariannys Diaz, estudiante venezolana de tercero medio en el Liceo Valentín Letelier, comentó que “es bastante bueno que haya interculturalidad en el colegio, ya que aprendemos más entre todos, nosotros aprendemos a aceptar nuestras diferencias y de dónde venimos cada uno, entonces entre nosotros nos aceptamos bastante ya que aquí en el colegio se trabaja mucho el tema de la tolerancia y así se ven muy poco casos de discriminación o casos de xenofobia”.
Si bien los representantes de la comunidad concordaron en que los casos de discriminación son muy escasos y que de existir son abordados de inmediato, los alumnos indicaron también que cuando estas situaciones se dan, ocurren con mayor frecuencia hacia quienes tienen un distinto color de piel, y aseguraron que aquellas diferencias se marcan mucho más entre los adolescentes que los niños y niñas.
En medio de este panorama intercultural, el objetivo dentro de la comunidad escolar es continuar fomentando la integración y el conocimiento entre estudiantes, evitando problemas y pudiendo ampliar el sentido de respeto no solo a las diferencias raciales sino también al género, la clase social o cualquier que se pueda presentar dentro del establecimiento.