El Papa Francisco comenzó haciendo un llamado para garantizar la seguridad en Medio Oriente y, principalmente, en Siria, país golpeado por una cruenta crisis desde hace varios años, frente a una Plaza San Pedro repleta de gente.
También se refirió al deseo de libertad en El Líbano, a la crisis en Tierra Santa, Irak y Yemen. Francisco pidió, así mismo, esperanza para todo el continente americano donde diversas naciones, dijo, están pasando un período de agitaciones sociales y políticas. El jefe de la Iglesia se refirió específicamente a Venezuela.
“Quiero pedir por el pueblo venezolano, cansado de las tensiones política y sociales. Pido al Niño de Belén para que no falte el auxilio que necesitan y por los que se esfuerzan en lograr justicia y reconciliación, y exhorto a toda la región a sumar esfuerzos para superar los diferentes tipos de pobreza que ofenden la dignidad de cada ser humano”, lanzó el papa este miércoles.
El Papa Francisco también se refirió a Ucrania, pidiendo soluciones concretas para una paz duradera, y evocó el continente africano donde reinan, dijo, “violencias, calamidades naturales y emergencias sanitarias, y tuvo una palabra para aquellos que sufren de persecución debido a su posiciones religiosas.