Si hay un sentimiento generalizado que invade México el día de hoy es la consternación y la rabia. El brutal asesinato de una niña de 7 años, encontrada sin vida este fin de semana con señales de tortura, terminó por convertirse en la gota que rebalsó el vaso en un país que rompe récords en materia de violencia con la mujer.
El caso de Fátima no es el único en estos años en los que los feminicidios se han multiplicado: en México, 10 mujeres mueren asesinadas cada día y un tercio de eso casos podrían ser menores. En 2018 murieron asesinadas 3.752 mujeres, según los últimos datos oficiales, y 1.463 menores de edad, según las cifras de la Red por los Derechos de la Infancia (REDIM).
La situación es grave y ha generado la cólera de los movimientos feministas, que exigen al presidente López Obrador dar una respuesta firme a la violencia de género. Sin embargo, el discurso de López Obrador este lunes, lejos de calmar los ánimos, terminó de atizar el fuego:
“Actualmente, el gobierno no ha mostrado una posición firme con respecto a cómo y desde dónde se va a atender el tema del feminicidio. El señala que hay una descomposición del tejido social y las feministas estamos de acuerdo en que, efectivamente, hay una descomposición que no está permitiendo la actuación oportuna ni la participación del Estado o de la sociedad para atender este tema y erradicarlo en conjunto.
RFI: ¿Qué esperan ustedes del gobierno?
Karla Taboada: Considero que la fórmula para poder comenzar a transitar de una insensibilidad gubernamental, de una desatención del Estado, sería: primero, que se fije posición de manera firme y segundo; que se abra el diálogo entre gobierno y sociedad civil.
El tema de violencia de género y de feminicidios no es una prioridad para el gobierno. Está mostrando una apertura de interés pero no está manifestando el nivel de interés que a las feministas nos interesaría ver por parte del presidente de México.
En cifras, la impunidad parece ser el mayor problema a afrontar en México. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía de México, una de cada cuatro mujeres mayores de 15 años ha sido víctima de agresión física o sexual por parte de su pareja en el transcurso de una relación. La respuesta de los servicios de denuncia y acompañamiento a la víctima suelen considerarse ineficientes y mal coordinados.