Antonia Orellana es una de las propuestas del movimiento feminista para lograr llegar a la Convención Constitucional, por el distrito 10. La activista feminista y candidata a la Convención Constitucional por Convergencia Social, en entrevista con Radio Universidad de Chile, explicó sus motivaciones, la importancia de un enfoque de género en la nueva Constitución y los retos en general del movimiento feminista.
“Nuestra propuesta es poder consagrar en la Convención Constitucional un nuevo estándar de ciudadanía para las mujeres y a partir de eso democratizar el resto del país”, señaló Orellana.
Para la activista, es también importante llevar las luchas de los últimos 30 años, las semillas del malestar del 18 de octubre, a la Convención. “Porque creemos que en esas demandas están las bases de lo que quieren las personas para la nueva Constitución”, resaltó.
Asimismo, al ser consultada sobre la importancia de un enfoque de género en la nueva Carta Magna, Orellana considera que no solo se está asistiendo a una crisis política, sanitaria y económica, también hay una crisis de las relaciones de género. “Todo este malestar de las mujeres tiene que ver con que llevamos medio siglo de ciudadanía, pero todavía esa igualdad de ley que se nos prometió, no la vemos con efectos concretos. Claramente, las más jóvenes vivimos en una sociedad distinta a la que se enfrentaron nuestras madres y abuelas, pero aún existen grandes desigualdades”.
Para Orellana, estas desigualdades se vieron aún más claramente después del 18 de octubre y durante la crisis del COVID-19. “No es casualidad que hayamos retrocedido 10 años o más en empleabilidad femenina producto de la pandemia. Ocupamos los espacios más precarios en el país, por lo tanto, somos las primeras afectadas cuando la cosa se desestabiliza un poco”, afirmó.
En este sentido, la candidata cree que a través de una nueva constitución se puede empezar para cambiar esta realidad. “Hay que hacer un juego, hay que reconocer ciertas desigualdades y consagrarlas como derechos. Por otro lado, redistribuir ciertas cosas. Un ejemplo de esto sería reconocer el trabajo doméstico y de cuidado e imponer mandatos al Estado para trabajar en favor de su redistribución, para que la carga de estos trabajos no se la lleven solo las mujeres”.
También Orellana recalcó la importancia de fortalecer el sistema público, especialmente la educación y la salud. “El sistema público debe ser algo donde nos encontremos todos y no solamente aquello a donde van los pobres, los que no pueden pagar lo privado. Esa es una propuesta de años del Movimiento Feminista, la de un Estado cuidador”, indicó.
Sobre el rol del Estado en la protección de la mujer dado el contexto de frecuentes femicidios en Chile, la candidata a la Convención Constitucional, afirma que no se está haciendo lo suficiente. “A nivel constitucional es muy importante reconocer el derecho a la vida libre de violencia de mujeres y niñas. También, en esta misma idea de Estado cuidador, tenemos que repensar qué hacemos como sociedad respecto a la violencia en contra de las mujeres. Lo que se hace actualmente es un llamado a la denuncia, pero de las consecuencias prácticas nadie se hace cargo”.
Orellana agregó que dada esta situación, es importante que haya una Ley de Violencia Integral contra las Mujeres y que los servicios de atención, protección y reparación a las víctimas tengan un presupuesto digno. “Hoy se gastó más en aparatos represivos para Carabineros que en el programa de atención y reparación de víctimas de la violencia del Ministerio de la Mujer. Y eso también es un problema de seguridad pública”.
Acerca de los retos y la estrategia para asegurar un cupo en la Convención Constitucional considera que el feminismo ha crecido mucho, en su conocimiento y su difusión en los últimos años, porque es una necesidad. “El feminismo no es algo complejo, hay quienes lo pueden transformar en algo complejo, pero nosotras en el trabajo diario con mujeres nos damos cuentas que todas comprenden perfectamente dónde están los puntos críticos en el sistema judicial, lo qué es la precarización, todas saben que la labor domestica es trabajo. Más que hacer saber los problemas que las mujeres ya viven, nuestra propuesta es mostrarles el horizonte en el cuál podemos avanzar”, destacó la candidata.
Además, la activista cree que muchas personas ven en los liderazgos feministas algo nuevo respecto a la política de los últimos años.
Por último, la candidata a la Convención Constitucional hizo un llamado a empezar a discutir sobre la participación ciudadana en el proceso. “Nuestro compromiso es el de trabajar para una Convención abierta, a sesionar en terreno, a recibir propuestas de la ciudadanía, que rinda cuentas y sea transparente y que tenga reglas claras. Ése es nuestro compromiso”, concluyó.