“Estos espionajes se dan en un contexto de investigaciones sobre corrupción masiva al interior del Ejército. El espionaje que se hizo, en el caso mío, se refería a una operación que se hizo en el año 2017 cuando yo estaba investigando, denunciando y sacando a la luz todo lo que fue caso milicogate, en ese contexto la Dirección de Inteligencia del Ejército inventa un documento fraudulento en que dicen que necesitan interceptar el teléfono de una agente peruana, pero ponen mi teléfono. Con el tiempo hemos descubierto que no solo yo estaba siendo espiado, sino que también otros cinco periodistas”.

De esta manera, el periodista Mauricio Weibel contextualizó lo que fue el espionaje en su contra perpetrado por el Ejército. Ante esto, la defensa del comunicador solicitó al Consejo de Defensa del Estado hacerse parte de la investigación.

En conversación con nuestro medio, el también profesor universitario dijo que cree necesario el involucramiento del organismo ante la nula colaboración del Gobierno, mismo que, según Weibel, ha amparado sistemáticamente las prácticas antidemocráticas.

“Esto del espionaje militar era algo que sabíamos y, por lo tanto, no es algo que nos sorprenda aunque para el país pueda ser absolutamente inaceptable y deplorable toda esta situación, pero no solo que exista espionaje militar a periodistas, sino que esto exista en un contexto de violaciones a los derechos humanos y con un gobierno que, hasta hoy, sigue en silencio, un silencio que termina amparando estas prácticas antidemocráticas”.

En ese sentido, si bien reconoció el avance de la Justicia al respecto, el comunicador no tiene esperanzas en que el Ejecutivo haga lo propio, pues simplemente la defensa de la libertad de expresión no estaría dentro de sus valores.

Pero no solo el gobierno chileno es quien, según el periodista, no cree en la libertad de expresión. Para Weibel, este es un problema que enfrenta Latinoamérica, radicado, sobre todo, en que las élites tienen tomado el Estado y sus instituciones.

“En América Latina enfrentamos un problema muy grave de precarización de la libertad de expresión (…) lo que uno ve es que los gobiernos latinoamericanos y las instituciones tienen una particular propensión a atacar la libertad de expresión, atacar a los periodistas de investigación, y es por una razón muy simple: en América Latina lo que ha existido es una captura del Estado por parte de unas élites políticas, empresariales y militares que lo que han hecho, en definitiva, es apoderarse de ese botín grande que es el Estado, por eso les complica la libertad de expresión, porque denuncia“.

Focalizando la falta de libertad en nuestro país, Weibel se mostró esperanzado en que la nueva carta Fundamental venidera proteja este ejercicio. Para eso, llamó a los ciudadanos y, sobre todo, a los periodistas, a poner el tema en el tapete.

“Los ciudadanos y los periodistas tenemos que defender la libertad de expresión. Nosotros estamos frente al proceso democrático más importante de nuestra historia, que es la elección de constituyentes, y yo espero que de esto emerja una Carta Magna que proteja profundamente la libertad de expresión, y por una razón muy simple: de todos los derechos humanos, además de la vida, que es el central, la libertad de expresión es el más importante porque ella permite exigir todos los demás derechos“, finalizó.