Un mes falta para que se oficie la votación en la que la ciudadanía aprobará o rechazará la propuesta de la Constitución de la República de Chile 2022, establecida en el proceso participativo, paritario y democrático de la Convención Constituyente. El texto se ha convertido en uno de los libros más vendidos y digitalmente descargado de forma gratuita, en los últimos tiempos.
La naturaleza de las lecturas del ejemplar son variadas. Se dan en conjunto, en solitario, a través de conversaciones ciudadanas, escuchas virtuales, entre otras. Cada estilo con su propio método de desglose, sin embargo, todas con el mismo objetivo: informarse para ejercer un derecho político el próximo 4 de septiembre.
Leer colectivamente
El Club de Lectura Rebelde lleva a cabo lecturas colectivas. La agrupación nació hace dos años y medio a causa del estallido social, con la idea de leer en espacios públicos y el quehacer de actividades sociales en torno a obras escritas. En su labor como la entidad social, componen la “Escuelita Rebelde” en un campamento de Antofagasta, donde apoyan la escolarización de niños y niñas desde antes que comenzara la crisis sanitaria.
Una de las últimas actividades de la organización para favorecer la lectura, es la repartición de textos de la propuesta de la Nueva Constitución. “Se nos ocurrió otorgar el acceso a este libro tan preciado que era la Constitución. Entonces nos conseguimos, pusimos entre nosotros mismos los recursos y mandamos a imprimir algunos ejemplares. Nosotros hacemos liberaciones de libros periódicamente en Antofagasta” comenta Marcela Mercado coordinadora del club lector “con el tema de la nueva constitución la gente va, conversa, llega con el afiche” agrega.
Y también como acto político
Marcela Mercado define la lectura como acto político. “Cada vez que alguien tiene fama de ser difícil de leer, eso no es académico, es un acto político, es decir, ¿quién define qué es sencillo de leer o no es sencillo de leer? ¿Y qué tipo de actitud es? Cuando vemos algunos intelectuales que dicen que no tenemos las capacidades, que el pueblo chileno no lo va a poder leer… eso es un acto político” explica.
En tanto, la coordinadora del Observatorio del Libro y la Lectura, María Eugenia Domínguez sostiene que “la comprensión lectora y la necesidad de leer dice relación también con las motivaciones de la gente. Esas son las dos cosas vinculadas, es decir, yo leo cuando tengo una motivación por leer sea por placer, política, estética. Por curiosidad”. Además, añade que “hoy día se lee de muchas maneras. Se lee en la visualidad, se lee en las redes y evidentemente se lee en papel. Ahora la mayor parte de la gente en redes sociales no se dedica a leer más que fragmentariamente”.
Nueva Constitución y el artículo 94
Más de 70 mil ejemplares son los que se han distribuido a lo largo del territorio nacional. Editorial LOM, reúne en la Carta Magna 178 páginas divididas en 11 capítulos con 56 disposiciones transitorias. Uno de los 338 artículos que posee el facsímil propone el acceso al libro y al goce de la lectura a través de planes, políticas públicas y programas, lo que se comprometería a incentivar la creación y fortalecimiento de bibliotecas públicas y comunitarias para fomentar la lectura en Chile.
La proposición del escrito se encuentra disponible en el sitio web de la Convención Constitucional en www.chileconvencion.cl y su descarga es de carácter gratuito.