A la edad de 87 años murió este viernes la leyenda del rock & roll Jerry Lee Lewis, en su casa de Misisipi, al sur de Memphis (Tennessee), Estados Unidos, según confirmaron medios estadounidenses.
Lewis, recordado por sus éxitos en la década de 1950, sufría varios problemas de salud desde 2019, tras sufrir un derrame cerebral que lo obligó a cancelar todos sus conciertos y apariciones públicas.
Nacido en 1935 en Luisiana, Lewis comenzó con 9 años a tocar un piano que su padre, carpintero, adquirió tras hipotecar su casa.
Inspirado por los músicos afroamericanos que actuaban en los bares de esa zona de Estados Unidos, el joven dio forma a su propio estilo con el que debutó en locales a muy temprana edad.
Justo cuando Elvis Presley comenzaba su carrera, Lewis viajó a Memphis para grabar sus primeras canciones, de las que se desprendieron éxitos como “Whole Lotta Shakin’ Goin’ On”, “Great Balls of Fire” y “Breathless”, que imprimieron su nombre en la pujante industria musical de la época.
El artista, que fue conocido como The Killer (el asesino), por su fiereza al interpretar y también por su temperamento, fue un ícono del rock & roll en la misma época en la que se encontraban Elvis Presley, Chuck Berry y Little Richard.
El pasado miércoles, la revista TMZ informó erróneamente de su muerte, lo que hizo sonar las alarmas sobre su estado crítico.