Los reparos al proyecto que prohíbe celulares en colegios hasta sexto básico: “Tenemos una cultura que incentiva el uso”

El académico y especialista en educación, Mario Sobarzo, considera que es una iniciativa correcta por lo "nocivo" que puede ser un aparato tecnológico en niños y niñas, pero advirtió que es difícil de implementar en la sociedad actual.

El académico y especialista en educación, Mario Sobarzo, considera que es una iniciativa correcta por lo "nocivo" que puede ser un aparato tecnológico en niños y niñas, pero advirtió que es difícil de implementar en la sociedad actual.

En Chile continúa el debate entre prohibir y regular el uso de celulares en los colegios. Recientemente fue aprobado en la Cámara de Diputados y Diputadas, y despachado al Senado, el proyecto que restringe los teléfonos celulares en los establecimientos desde la educación parvularia hasta 6° año de enseñanza básica.

La iniciativa aún despierta perspicacias entre los especialistas. En conversación con Radio y Diario Universidad de Chile, el académico del Departamento de Filosofía de la Universidad de Santiago y especialista en educación, Mario Sobarzo, mostró sus reticencias respecto del proyecto. Si bien consideró que “en general es bueno”, tuvo sus reparos.

En los aspectos positivos, valoró que fuera hasta sexto básico, ya que “es muy difícil controlar hacia más arriba, en cambio los niños más pequeños es mucho más fácil controlarlos y evitar que utilicen el celular”. Este proyecto, además, plantea un uso gradual para estudiantes de 7° básico hasta 4° medio.

El uso de estas tecnologías al interior de las salas de clases es tremendamente nocivo. Porque estamos hablando de dispositivos que generan adicción”, expuso el también docente.

Sin embargo, Sobarzo reconoce como una piedra de tope para este proyecto que “tenemos una cultura que incentiva el uso del celular”. Es por ello que el académico considera que sacarlos solamente de la sala de clases, en una sociedad donde están constantemente expuestos a estas tecnologías en su día a día, no basta.

“Sin haber una conciencia cultural mucho más extendida, que considere que tengan en cuenta el daño que le genera a cerebros que están en proceso de formación, es bastante insuficiente. Si bien la ley puede tener una buena intención en la práctica, creo que va a ser un fracaso”, señaló rotundamente, mencionando además que el impacto para la educación sería nulo.

Sobarzo se detiene en las dificultades de prohibir un aspecto tan presente en la vida diaria como celulares. “Cuando se intenta hacer una legislación que va a contrapelo de lo que una sociedad acepta, la legislación termina siendo letra muerta”, reflexionó. 

Derivado de lo mismo, lamentó que no se diera un debate sobre el uso de la tecnología, recalcando que esta se puede utilizar para más que solo distracción. “Podría haber un uso crítico, podría haber un uso para el conocimiento. Pero lo cierto es que en países como nosotros, la tecnología está dirigida directamente solo a la gratificación inmediata, a la obtención del placer”, cuestionó.





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