Punta de Rieles
La obra ocurre en una oficina salitrera de Antofagasta a fines de 1930. Cuando son las 2 de la madrugada, Fernando Larraín Sanfuentes, subdirector de un modesto periódico, está por largar la rotativa y volver a casa, momento en el que llega el obrero sindicalista, Romilio Llanca, a confesar que acaba de asesinar a su mujer, y pedir su consejo en búsqueda de una mirada objetiva a su testimonio y un juicio que logré ir más allá de su brutal acto. Larraín, por su parte, es un aristócrata venido a menos que ha perdido su familia, trabajo y estatus arrastrado por los vicios de la vida bohemia, autorrelegándose a ese agreste rincón del mundo como una última esperanza de salvación. Ambos han destruido sus vidas y han tocado fondo, encontrando en esa tragedia un lugar de entendimiento que se superpone a las diferencias de clase y que permite el desarrollo de una conversación que retrata la fragilidad del ser humano de manera magistral.