Muestra de pinturas, esculturas y objetos de Felipe Cusicanqui en torno al ballet clásico y a la figura de la bailarina como símbolo arquetípico. El uso de cemento, yeso, gazas y tablas busca dar cuenta de las dicotomías que coexisten dentro de este universo. Así, la materia y el vacío, lo efímero y lo eterno, lo frágil y la resistencia, se relacionan con la estética de una ruina descubierta en la que su arquitectura se vuelve carne y viento, belleza y dolor.