El embajador del país de centroamericano ante el organismo, Luis Alvarado, indicó que EE.UU. busca derrocar al gobierno de Daniel Ortega y desestabilizar la región.
Nicaragua, este país metáfora de lo tan violentamente dulce como la describió el fallecido escritor argentino Julio Cortázar, se ha convertido en un objeto de presión abierta por parte de los Estados Unidos y sus aliados regionales coordinados por el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) Luis Almagro, que intentan dictar su voluntad al pueblo nicaragüense.
He leído con sorpresa el comunicado de la OEA que manifiesta que: “resulta `inaceptable´ el carácter violento de algunos actos llevados a cabo durante las protestas contra el Gobierno […]”. A lo cual agrega que es “… injustificable que algunos actores los conviertan (el derecho a la protesta) en un derecho a la violencia, el saqueo […]