América Santos no concibe las cuotas para fomentar la participación femenina. No es parte del sentido común cubano. En la isla entre mujeres y ciencia no existe distancia y, según indica, esa realidad tiene un principal responsable: Fidel Castro. “Cuando se habla de ciencia en Cuba hay que hablar de ciencia a partir del año 1959. Se trata de lo que una persona fue capaz de hacer no solamente una revolución, sino que una revolución que desde el primer momento identificó la necesidad de participación de la mujer”.