Jocelyn Fuentes y Hernán Speisky, académicos del Laboratorio de Antioxidantes del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, descubrieron en la piel de la cebolla (amarilla y morada) una molécula cuya potencia antioxidante es superior a cualquier otra molécula antioxidante hasta ahora conocida. Los investigadores plantean que el hallazgo puede abrir el camino al desarrollo de fórmulas terapéuticas contra la diabetes y la obesidad, así como potenciales aplicaciones en el campo de la química de los alimentos y de los suplementos alimenticios.