Las lenguas originarias son una muestra de la soberanía identitaria de la región. Las familias lingüísticas latinoamericanas son las de mayor riqueza en el mundo por el amplio territorio por el que se extienden, por ejemplo la familia Arawak recorre desde Centroamérica hasta la Amazonía y de ella proceden más de cuarenta lenguas distintas. Según Unesco, 26% de ellas se encuentra en peligro de desaparición.