La ONG Médicos Sin Fronteras informó de 355 muertos y más de 3000 heridos con “síntomas neurotóxicos” en Damasco el miércoles 21 de agosto, día del presunto ataque químico del cual se acusan mutuamente el régimen sirio y los rebeldes.
Impacto en la opinión pública causaron las declaraciones a una agencia alemana de la ex directora del Instituto de Salud Pública (ISP), Ingrid Heitmann, quien aseguró que la dictadura de Augusto Pinochet disponía de armas químicas suficientes para “matar a la mitad de Santiago”. En la entrevista, la microbióloga asegura haber ordenado incinerar dos cajas llenas de ampollas con toxina botulínica, lo que provocó la molestia de familiares de víctimas de la represión.
La oposición afirma que el bombardeo ocurrido este 21 de agosto cerca a Damasco ha causado al menos 650 muertos y se han utilizado armas químicas. La oposición pide una reunión urgente de la ONU y la Liga Árabe la intervención de los inspectores que se encuentran en Siria. Londres hace un llamado al Consejo de Seguridad.
La Casa Blanca reconoció este 13 de junio por primera vez que Damasco ha usado armas químicas durante ataques contra rebeldes que han dejado hasta 150 muertos. Obama dijo hace un año que el uso de esas armas era la ‘línea roja’ que no debía cruzar el régimen sirio pero por el momento se muestra prudente.