La pregunta que surge frente a la doble moral de los gobiernos occidentales respecto a la política israelí contra el pueblo palestino, resuena con fuerza ¿Quién es capaz de detener la masacre, por parte de estos gobiernos, entusiastas a la hora de intervenir en Libia, Egipto, Irak. Preparados y unidos para tratar de destruir a Siria y, sin embargo frente a las acciones punitivas del régimen israelí callan en forma cómplice.