La disolución “gradual y paulatina” que enfrentará Cema Chile y el traspaso de bienes inmuebles donados por el Estado durante la Dictadura constituye un hito. No sólo por tratarse de la caída de la última trinchera abiertamente pinochetista, sino que también porque con esto se extingue para siempre el poder y la influencia de la primera dama del Régimen.