El doble rasero de la Unión Europea y en forma especial de Estados Unidos, ha permitido a Israel continuar su política de agresión y exterminio de la población palestina, al amparo del nulo apoyo de esta Alianza occidental en materia de boicotear, evitar la inversión y sancionar a un régimen que viola la legislación internacional. Todo ello en un marco de violación de los derechos humanos de la población palestina en los territorios ocupados.