Para los vecinos del sector la situación se ha vuelto insostenible, a tal punto que afirman que día a día la comunidad enfrenta una “muerte lenta”. Desde la zona también señalan que las autoridades han dado la espalda al problema, sobre todo, por las últimas medidas adoptadas por el Ejecutivo que permiten una concentración de 200 microgramos de azufre, es decir, diez veces más de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que fija el límite en 20 microgramos por metro cúbico.