Desde el penúltimo sábado de agosto, la Sala de Cine de Ñuñoa ofrecerá una amplia y diversa cartelera para todos los públicos.
Han pasado más de diez años desde que Alicia Vega dictó su último taller de cine, un trabajo intenso que comenzó tímidamente en 1985 y que fue registrado por Ignacio Agüero en el documental “Cien niños esperando un tren”. Hoy la investigadora, que acaba de cumplir los 86, recuerda aquellos primeros encuentros realizados en unos años marcados por la pobreza, el trabajo infantil y la dictadura.