El Presidente de la organización, Carlos Margotta, asegura que este tipo de actos no solo atenta contra el trabajo de la Comisión, sino que es también “una ofensa a la memoria de las víctimas”.
El lugar ya había sufrido un robo en diciembre pasado. Según los voceros de la organización, se trata de actos de amedrentamiento, que han sufrido también otros sitios de memoria.
Romina Ampuero, Directora del Sitio de Memoria Ex Clínica Santa Lucía y coordinadora del equipo que indagó cómo funcionaba el recinto durante la dictadura, señala que su principal objetivo era “conseguir apoyos, en términos médicos, al funcionamiento de la represión”.
El Consejo de Monumentos Nacionales determinó que el ex centro de detención conocido como Clínica Santa Lucía, sea declarado monumento nacional. Los consejeros consideraron a la instalación como parte “de un sistema de violación de los derechos humanos por parte de agentes del Estado durante la dictadura militar”.