“No tan sólo es un problema de libre escurrimiento de las aguas, es un problema que atañe a los Derechos Humanos”, declararon.
La Corte Suprema dio la razón a la minera Los Pelambres en cuanto a los derechos de aguas afloradas “fortuitamente” en el terreno de su concesión. La empresa, Antofagasta Minerals, de propiedad de la familia Luksic, celebró a través de un comunicado de prensa, pero aun así la determinación genera dudas y preocupación en organizaciones ambientales.