Hace cincuenta años, Brasil vivió un golpe militar que desencadenaría una dictadura de más de dos décadas, en la que se experimentarían los mecanismos de intervención y represión posteriormente aplicados en el resto de América Latina. La simbólica fecha coincide con una sociedad brasileña dividida, adormecida y avergonzada, ante los tímidos avances judiciales en la región que denotan aun más la impunidad en la que han permanecido sus crímenes durante medio siglo.
Las Organizaciones No Gubernamentales del Cono Sur de América se reunieron en Chile para analizar su rol como interlocutoras ante el Estado. La conclusión común es que enfrentan un panorama de “criminalización” por parte de los Gobiernos. Las ONG vinculadas con los derechos homosexuales son las que más han permeado con su agenda a los gobiernos, particularmente en Brasil y sobre todo en Argentina y Uruguay, donde se han aprobado recientemente leyes sobre matrimonio igualitario.