Son zonas sin derecho ambiental. Las justamente denominadas “Zonas de sacrificio” son lugares que padecen depredación, dejadas por el Estado a los estragos de la devastación industrial, con efectos perjudiciales graves al Medio Ambiente y a la Salud de las comunidades locales. Este abánico de prácticas van del bloqueo institucional a la no aplicación de la legislación vigente, lo que resulta ser nada más que un menoscabo del Estado de Derecho.