El director sueco, que fue anunciado como titular de la Sinfónica de Concepción y luego no ocupó el cargo, acude a tribunales para pedir una millonaria indemnización. “Rompieron el contrato, algo único en el mundo de las orquestas sinfónicas”, afirma.
La agrupación decidió no presentarse en conciertos ni ensayos hasta que los ejecutivos de la Corporación Cultural de la que dependen sean removidos de sus cargos.