No todos se conocen, pero, por supuesto, han coincidido en más de una ocasión durante los últimos años, sobre todo, desde que la Corporación Estadio Nacional Memoria Nacional comenzó a recuperar los espacios que fueron utilizados como centro de detención y tortura. Es martes y la Escotilla 8 está ahí, intacta. No obstante, esta vez hay un detalle: todas las huellas que dejaron los prisioneros están a la vista.