El nuevo gobierno peruano del presidente Pedro Castillo intentará reflotar la cañonera de guerra chilena Covadonga, hundida el 13 de setiembre de 1880, cuando se encontraba bloqueando el puerto de Chancay durante la Guerra del Pacífico. En la ocasión, marinos peruanos dejaron a su vera un bote cargado de explosivos que, al ser izado por la tripulación chilena, explotó, provocando la muerte de su comandante, el capitán Pablo de Ferrari, de 74 miembros de la tripulación y provocó su hundimiento en apenas dos minutos. Además, los 32 sobrevivientes chilenos fueron hechos prisioneros. “Vamos a hacer las gestiones para rescatar los restos de este barco de guerra para tener un recuerdo de ese infausto acontecimiento y que en el futuro no vuelvan a ocurrir conflictos entre países hermanos”, anunció el ministro de Cultura peruano Ciro Gálvez.