En China, las divisas digitales no pueden utilizarse como moneda en el mercado y se prohíbe a los bancos ofrecer servicios de ofertas iniciales de monedas, al tiempo que otros controles financieros dificultan el cambio de yuanes por divisas extranjeras que les permitan a sus ciudadanos realizar compras en el exterior. Se trata, pues, del mayor reto regulador sufrido hasta el momento por el floreciente mercado de las monedas virtuales y sus efectos en el desarrollo de aquellas está por verse, dada la importancia financiera de China.