La autora de “Morir por ser mujer” problematizó la violencia estética que sufren todas las mujeres del mundo, pero en especial aquellas que vienen de países del Caribe. Además, se refirió a la creciente intolerancia social en América Latina.
Son miles las mujeres que, mientras realizan el trabajo remunerado desde sus hogares, también se hacen cargo de su rol de madres, conjugando dos labores que no se pueden abandonar. Radio y Diario Universidad de Chile recogió cuatro testimonios de mujeres líderes en sus áreas, quienes compartieron sus experiencias ante este desafío.
Según los datos de la última Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo, elaborada por el INE, se evidencia que las mujeres destinan aproximadamente seis horas diarias a trabajos no remunerados. Tres horas más que los hombres. Una tendencia que se repite transversalmente en edad, nivel educacional y de ingresos.
Pese a la masiva incorporación femenina a la fuerza de trabajo en las últimas décadas en la región, las brechas de género persisten. Desigualdades de género son consecuencia directa de las perspectivas tradicionales sobre el lugar y el papel que deben ocupar las mujeres en la sociedad, basadas en prejuicios y discriminaciones.