El candidato del Partido Regionalista Independiente (PRI) esboza una fuerte crítica a la institucionalidad política, con reparos ante el centralismo que tiene el país asfixiado no sólo en Santiago, sino también en las capitales regionales. Ante ello, su propuesta incluye también una reforma económica, con cambios en la tributación de empresas y que cada zona reciba gravámenes de la producción que genera. A nivel general, su visión pasa por los acuerdos para lograr cambios a la situación actual.