Este nuevo escenario abre una puerta hacia una aceleración de la transición energética justa y cumplir así con el cronograma de cierre de termoeléctricas a carbón de aquí al año 2030.
Podrían ser ocho los proyectos que se instalarían, con grandes aerogeneradores, de 150 mt de altura, sobre delicados ecosistemas que son capaces de almacenar agua y que no estarían protegidos medioambientalmente.