Las empresas chilenas, empero, han seguido mirando con cautela estas señales de los grandes inversionistas extranjeros, muchos de los cuales comienzan a retornar a los mercados emergentes en busca de mejores retornos, dadas las bajas o negativas tasas en los países desarrollados, aunque, especialmente, siguen atentos a las definiciones del Ejecutivo respecto de los cambios estructurales que quedan por concretar, entre ellos, la reforma laboral.