La Exhortación Apostólica publicada por el sumo pontífice hace un llamado a vivir luchando en contra de la injusticia y a humanizar las relaciones en todas sus dimensiones. Con el documento, la máxima autoridad de la iglesia innovó en la composición y estilo, ya que se dirigió en primera persona a los feligreses entregando un mensaje que tenía entonación de consejo, el primero en su especie.